En esta conferencia Rosa Violante
habla acerca del lugar del juego en el nivel inicial y que significa la afirmación
de que el juego es un pilar en la didáctica del nivel, al iniciar la
conferencia plantea algunos interrogantes acerca de esto, decir que el juego es
un pilar en el nivel inicial ¿significa que todas las actividades tienen que
ser juegos? ¿Significa que los niños principalmente tienen que jugar? ¿Se puede
establecer una relación entre juego y enseñanza? ¿Se pueden enseñar contenidos a
través del juego? ¿Cómo se enseña a jugar? Las respuestas a estos interrogantes
que se van dando a lo largo de la conferencia ayuda a comprender, el lugar del
juego y como posicionarnos con respecto al mismo a la hora de pensar nuestras
actividades. Además otorga una mirada muy clara sobre la relación entre juego y
enseñanza
La autora comienza tomando una definición
de juego, por que sostiene que una vez que comprendemos que es juego y que no,
sirve para saber cómo enseñar el juego. Entonces toma la siguiente definición: “El juego es una acción u ocupación libre,
que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados según
reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas. Acción que
tiene un fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría
y de la conciencia de “ser de otro modo” que en la vida corriente.”
(Huizinga)
En esta definición se pueden
encontrar cuatro notas o razgos fundamentales del juego que Violante destaca como
importantes al momento de pensar en el juego:
- Automotivación (el juego es libre, es decir que es el sujeto el que decide si entra en el juego)
- Intersubjetividad (Supone la creación de un contexto de significación compartida, hay un acuerdo mutuo, una complicidad)
- Ficción (Se da en un campo ficcional que le otorga a las acciones un significado distinto al que tienen en el mundo real)
- Tienen un formato (Determinadas reglas que tienden a repetirse)
Una vez definido el juego y
teniendo en cuenta estas características principales, Violante hace un breve
recorrido histórico acerca del lugar que fue ocupando el juego en el nivel, en
1970 el juego era central en los jardines de infantes y autoras como Fritsche,
Duprat y Bosch incluían el juego en los textos acerca de la didáctica. En ese
tiempo se realizaban actividades de juego trabajo, juego en grupo, juegos de educación
física, juegos tradicionales, entre otros.
En 1980 Hilda Cañeque, cuestiona
el juego trabajo, argumentando que en estas actividades hay una direccionalidad
externa, de modo que no serían juego porque carecen del carácter de libertad y
de automotivación. Entonces surge la problemática “Jugar por jugar vs Jugar
para…”, autores como Galperin y Duprat argumentaron a favor del juego trabajo,
recuperando el valor de la escuela como transmisora de contenidos, pero el
problema central era que si hay direccionalidad externa se pierde el carácter lúdico
de la propuesta.
En 1990, surge el proyecto de transformación
de la formación docente, del cual participan además de rosa Violante, Sarlé,
Harf, Pastorino, Wingler, Montoto, Spineli y llegan a construir una conceptualización
del juego en el contexto escolar. Se comienza a pensar que se pueden plantear
propuestas lúdicas (desde el rol docente) con intencionalidad pedagógica diferenciándolas
del juego del niño. Esto no pone en cuestión el potencial lúdico de la
propuesta, porque el juego en el contexto escolar tiene características distintas
al juego en el hogar. Se puede articular juego con enseñanza. Luego con el
surgimiento de los CBC (contenidos básicos curriculares) ocurre una “Primarizacion”
del nivel inicial, lo cual genera que el juego se haga a un lado.
A partir del 2000, Malajovich
destaca que es importante comprender que hay tres tipos de actividades en el
nivel inicial, hay actividades que son juegos, hay actividades que no son
juegos pero son muy interesantes para plantear y hay otras que tienen
componentes lúdicos interesantes, todas deben incluirse en la planificación. Lo
importante es no caer en la “Ludificación” de las actividades, es decir
proponer todas las actividades como si fueran un juego y terminan no siendo. Violante pone de ejemplo
una situación de conteo “Juguemos a contar cuantos somos”, es una actividad
interesante para proponer pero no un juego.
En el 2010, se resignifica el
lugar del juego y se destaca que lo importante es jugar, las actividades tienen
que ser interesantes y se debe tener conciencia de que existen ciertas
tensiones en el juego, la intencionalidad del docente versus la automotivación del
niño, el juego no puede ser solo jugar por jugar en el contexto del jardín y
tiene que tener un carácter lúdico distinto al juego en el hogar. Actualmente
luego de la ley nacional de educación, el juego se considera un contenido de
alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, ético, estético, motor y
social.
Luego de este recorrido histórico,
explica cómo el docente debe enseñar a jugar:
·
Proponiendo la entrada al campo lúdico (por
ejemplo: “ahora se hizo de noche y todos juntos nos vamos al mundo de las
princesas”)
·
Con la presentación del formato (por ejemplo: tengo
al niño en las rodillas y empiezo a cantar en un caballito gris, o veo uno que
se tapa la cara y le pregunto “¿Dónde está? ¡Acá esta!”
Por otro lado el docente debe
intervenir en los juegos según los contenidos y los saberes necesarios para
jugar, entrando en el campo lúdico para transmitir pautas del mudo social por
ejemplo: Jugando al supermercado “¿Te vas a ir sin pagar?”. También se puede
intervenir con preguntas que estén relacionadas con algunos saberes que el niño
debe tener adquiridos para poder realizar ese juego, por ejemplo al realizar
construcciones con planos inclinados le puedo preguntar “¿cómo podes hacer para
que el auto llegue más rápido al garaje?”.
Una vez planteadas estas temáticas
con respecto al lugar del juego en el nivel inicial, explica los juegos que
ella considera que deben estar incluidos en el cronograma semanal:
1. Juego
dramático: Bosch (1979) hace una distinción entre juego dramático (juego que
hacen los chicos por su cuenta en el parque, en la casa, etc.) y la dramatización
creadora que es orientada por el docente (de contextos sociales o de poesías y
cuentos). Sarlé describe tres modalidades, juego dramático en pequeños grupos
(como se hace en el juego trabajo), juego con escenarios y juguetes, juego dramático
como dispositivo grupal para trabajar un escenario social con distintos roles y
juego dramático como juego teatral (dramatización de cuentos). El rol del
docente es el de crear el escenario, distribuir roles, presentar materiales,
enriquecer con intervenciones.
2. Juegos
tradicionales: Estos tienen un alto valor cultural, son parte de nuestra
historia y generalmente traen un clima de alegría y disfrute. Estos juegos se
enseñan haciéndolos, tienen un formato fuerte, en ocasiones con parte de ficción
y “como si”.
3. Juegos
Grupales: son juegos que recuperan los saberes y contenidos de todas las áreas del
aprendizaje. El docente debe analizar que saberes el niño pone en juego durante
el desarrollo de ese juego, se van complejizando y cuanto más se repiten mejor
saben desenvolverse en el juego.
4. Juegos
de construcción/ de conocimiento físico: Estos son juegos que ayudan a
desarrollar la imaginación, están muy relacionados con la física. Estos juegos
permiten construir propiedades de los objetos a partir de la observación de sus
acciones sobre los objetos. Rosa Violante ofrece algunos ejemplos sobre estas
propuestas: “Exploración de sonidos con distintos elementos”, “Amamos máquinas
para trasladar bolitas”, “construcciones con planos inclinados”, entre otros.
La exploración en estas actividades puede ser libre, semidirigida o dirigida.
5. Juego
Trabajo: es una estructura didáctica que se trabaja desde la escuela nueva. A través
del juego trabajo enseñamos a los niños a elegir, respetando sus elecciones,
fomentando su autonomía, favoreciendo al trabajo en pequeños grupos, además favorece
al respeto por los tiempos individuales. Son propuestas en simultáneo en donde
las alternativas de actividades son variadas, conocidas pero que presenten algún
desafío. No todas las actividades son lúdicas.
Por último Violate explica que
enseñar en clave lúdica implica reconocer que hay distintos juegos que brindan
oportunidades para enseñar distintos contenidos, igual que también hay otras
actividades que son igual de interesantes pero no son juegos. Debemos recuperar
situaciones legítimamente y analizar que saberes los niños deben tener para
poder desarrollar el juego. Pensar en el
juego como un pilar central en el nivel, nos lleva a replantearnos los otros
pilares del nivel en forma particular y en relación con el juego.
Es necesario afirmar que cuando
consideramos que el juego es uno de los pilares del nivel inicial, esto Implica
que el juego es una de las actividades principales del niño. Así como también, que
se puede enseñar y jugar al mismo tiempo y que pueden articularse estos términos
más allá de las tensiones. Es saber que jugar se enseña, atendiendo a
diferentes tipos de juego y analizando las que formas de enseñarlos. Implica también
tener en cuenta que el derecho a jugar forma parte de los derechos de todos los
niños del mundo, el juego es un contenido de alto valor cultural que debe
incluirse en la educación infantil y por lo tanto se enseña y exige
definiciones particulares en los otros pilares de la didáctica del nivel
inicial que contribuyen a que se maximice la puesta en acción de este pilar.
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