El museo Enrique Larreta, ubicado
en el barrio de Belgrano, era la residencia de este escritor. Actualmente
cuenta con un teatro ubicado en la parte trasera, una exposición de obras de
arte que abarcan desde el medioevo hasta principios del siglo XX y también un
hermoso jardín estilo andaluz, el cual se encuentra abierto al público todos
los días. Tengo recuerdos de mi infancia en los cuales solíamos visitar este
museo junto con mi abuela y mi hermana, generalmente las obras presentadas atraían
mucho al público infantil y eran grupos artísticos muy conocidos como por
ejemplo “Los títeres de Don Floresto”. En esta ocasión me toco recordar esa época de
mi infancia con la obra “La bella valiente y el príncipe durmiente”, presentada
por el grupo de teatro “La Galera”.
El grupo de teatro la Galera también
muy conocido, luego de 37 años de trayectoria haciendo obras infantiles. Héctor
Presa, nombrado Personalidad destacada de la cultura en el año 2014, es el
director general de estas obras que tanto entretienen a los niños.
Personalmente tengo recuerdo de haber ido al teatro la Galera cuando era chica,
debido a que mi maestra de teatro del colegio participaba en una de estas
obras, recuerdo que fuimos de excursión a verla actuar.
Puedo decir que disfrute mucho la
obra desde la perspectiva adulta. Al igual que los niños que estaban en la sala,
me divertí mucho con el personaje del príncipe durmiente, quien interpretaba también
a la bruja Maléfica. Se puede ver que los actores son muy ágiles y comunican con claridad las emociones, este tipo de gestualidad exagerada, juegos de
palabras y chistes atrapan a los chicos y los convocan a lo largo de toda la
obra. Creo que en un primer momento fue algo confusa la idea de que el príncipe
durmiente aparece vestido como actor diciendo que le habían otorgado otro
personaje (como si hubiera llegado tarde a la obra) pero al final sí es un príncipe.
Creo que esa parte del argumento resulta algo confusa. Considero que el largo
de la obra fue adecuado para los chicos, había niños muy chiquitos que lograron
sostener el tiempo de la misma sin dificultad. La música y los elementos de la escenografía
ayudaron a mantener la atención en el escenario que si bien era chiquito, parecía
cómodo y amplio.
La escenografía era muy sencilla,
con telas que resultaron muy útiles y flexibles para representar los distintos
lugares (el palacio, el bosque, el cuarto de la reina). La obra me pareció muy
linda e innovadora de transformar un clásico de los cuentos de hadas.
Dejo el link del grupo la Galera con obras muy lindas para niños y adultos:
http://www.lagaleraencantada.com.ar/obras
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