En esta jornada la autora María Solar habló
acerca de la literatura en la escuela. Esta autora nació en Santiago de
Compostela, es licenciada en periodismo y bióloga, también tiene un título en
especialista en información sobre ecología y el medio ambiente. Actualmente es
la presentadora de la revista “Fin de semana” en la TVG, trabaja en radio, en televisión.
Como escritora, se
dedica a la literatura infantil ganó varios premios, incluyendo el Premio
Lazarillo de creación literaria en 2014 con la obra escrita originalmente en
gallego “Mi pesadilla favorita”. Soler inició contando una breve historia acerca
de su ciudad natal y de cómo en esta ciudad su lengua materna, el gallego, era
muy desvalorizada. Contó que sus padres les hablaban en castellano porque era
un idioma que les “daba un futuro”, en las escuelas y universidades se
intentaba homogeneizar la lengua y se utilizaba solo el castellano.
La autora
rescata la importancia del valor cultural que tienen las lenguas y que por esto
escribir literatura en gallego y brindarle un espacio en la educación seria darle
valor a lo cultural. Explica que fueron los propios maestros los que tuvieron
la iniciativa de incluir la lengua en las escuelas, escribiendo nuevas
historias en gallego que compartían con sus alumnos. Se intentó naturalizar la
lengua, logrando “dignificarla”. En este proceso de valoración de la lengua del
gallego, tuvo un papel fundamental la literatura infantil.
María Solar explica que en este mundo actual denominado la era de la globalización
es importante brindarle valor a lo local, evitando que lo global elimine la
identidad de una cultura. A la vez contribuir a que lo local se transforme en
algo global y podamos llevarlo a cualquier parte del mundo.
Por otro lado explicó la importancia de la literatura infantil en tanto
que permite acercar a los niños a las emociones. En los textos literarios se
pueden abordar diversos problemas que atraviesan la vida cotidiana de los
niños, quizás hasta situaciones que irrumpen en la vida de los chicos (la
muerte de un ser querido, la llegada de un hermanito, etc.) y como argumenta la
autora temáticas que los niños vivencian en forma totalmente distinta a los
adultos. Los adultos y los niños ven cosas distintas a través de la literatura.
Los libros ayudan a los chicos a reflexionar, los conectan con diversas
emociones y si les damos el espacio de expresarse se pueden conversar y
trabajar infinitas temáticas. Es por eso que sostiene que sus libros no tienen
una moraleja, los niños la encuentran, ella propone invitarlos a opinar acompañándolos
en ese proceso de volverse lectores críticos.
La literatura en la escuela se debe usar para trabajar valores,
emociones, el lenguaje pero por sobre todo para divertirse y para que los
chicos se diviertan. Que no se prive al libro por lo que dice, pero por sobre
todo que no se prive a los niños de poder disfrutarlos. Debemos poner a su
alcance buena literatura y dentro de ella trabajar todo lo que se pueda.
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